lunes, 31 de diciembre de 2012

La vida del Aleph


El Teatro Aleph nace en Chile el 10 de Agosto de 1967. “El Che Guevara”, “Los Beatles de paz y amor”,  “ El Mayo del 68 de Paris” fueron sus referentes históricos.

Oscar Castro junto a sus compañeros del Instituto Nacional y a algunas alumnas del Liceo Nº 1 de Niñas formaron un grupo de teatro, con el que montaron 2 obras. Al teatro lo bautizaron como Aleph, a sugerencia de Eduardo Sabrosky, quien les explicó que era "el primer número después del infinito", lo que les gustó. Cuando al año siguiente estalló el movimiento de reforma universitaria en la Católica, los alumnos del grupo se sumaron a él dando presentaciones para entretener a los estudiantes.

El grupo del Teatro Aleph estaba integrado al comienzo por unas sesenta personas, "pero a poco andar la nómina de actores se redujo a doce". Después de entrar en la Católica para estudiar Periodismo, Oscar consiguió del entonces rector Fernando Castillo Velasco que les prestara para el teatro una sala de la casa de Lastarria 90, que pertenecía a la universidad.
Para 1972, "el Aleph era considerado por la crítica como uno de los conjuntos teatrales más vanguardistas de la época". Además de Oscar, lo formaban su hermana Marieta, su entonces esposa Ana María Vallejo, Carola Vallejo, Luis Alfredo Cifuentes, Juan Enrique Droguett, John McLeod, su cuñado, y Fernando Cordero. Sus obras, "producto de la creación colectiva, frecuentemente aludían a la realidad contingente".

Una de sus primeras obras fue “¿Se sirve un cocktail molotov?”, a cuya presentación asistió Héctor Noguera, quien, en adelante, les daría clases. También en aquellos años montaron “Viva in-mundo de Fanta-Cia”, “Cuántas ruedas tiene un trineo” (1971) y “Casimiro Peñafleta”.

Después del golpe de Estado, en septiembre de 1973, dirigido por el general Augusto Pinochet, la compañía siguió trabajando. Sin embargo, en 1974, Oscar y su hermana fueron detenidos y llevados al campo de prisioneros de Tres Álamos. El 30 de noviembre, su madre y su cuñado e integrante del Teatro Aleph, John (Juan Rodrigo) McLeod fueron a visitarlos, siendo ambos detenidos y trasladados al centro clandestino de torturas Villa Grimaldi; desde entonces permanecen como detenidos desaparecidos.

En los campos de concentración por donde pasaba, Oscar formaba grupos de teatro con otros prisioneros. En una ocasión, propusieron al comandante montar “Los secretos de una paloma mensajera”, una obra del autor Emile Kahn, según le dijeron, pero que en realidad era el seudónimo de Oscar para pasar la censura.

En 1976, después de ser liberado, Oscar se exilia en Paris, donde refunda el Teatro, con actores del Aleph que también se encontraban en Francia. 
"El exilado Mateluna "es la pieza que da a conocer este grupo en Francia, la obra fue presentada por mas de seis meses en el Teatro del Sol, de Ariane Mnouchkine. Una gira por México y Cuba, organizada por García Márquez, quien dijo refiriéndose a este espectáculo: “Es la mas bella pieza sobre el exilio que he visto”. Este fue un reconocimiento artístico que lleva al Teatro Aleph a tener una permanente errancia por el mundo llevando sus espectáculos en diferentes países como España, Italia, Bélgica, Suiza, Bélgica, Suecia, Alemania, Inglaterra, Holanda, Rusia, USA, Canadá, Ucrania y Chile. 

Desde 1995, el Teatro Aleph se instala en Ivry-sur-Seine (Paris), creando un nuevo espacio convivial con fuertes raices latino-americanas en una antigua fábrica de cartones abandonada: “ nos hicimos cargo del lugar y la transformamos en nuestra casa…”. En este espacio de creación y de formación se presentan las piezas del teatro, conciertos, charlas y encuentros…Un lugar de convivialidad donde se conocieron y se casaron amigos que después construyeron sus casas, sus sueños, tuvieron hijos, y plantaron árboles. En este lugar, hemos celebrado aniversarios, casamientos y bautizos y también llorado penas y dolores.   

El repertorio del Aleph se basa en obras de teatro musical, en que el baile tiene una gran importancia. Su estilo es particular, provocador y poético. Sus intégrantes son artistas que trabajan diferentes disciplinas.

Desde la vuelta a la democracia, el Teatro Aleph se ha ido instalando poco a poco en Chile, acentuando su presencia en el país, ha organizado desde Arica a Punta Arenas, talleres de trabajo con el “Teatro de Gentes y Oficios”, realizando creaciones con médicos de Arica (en el norte) o con obreros de la empresa de petróleos de Chile, en Punta Arenas (región austral) y también en las poblaciones obreras,  como la Victoria en Santiago, o Alto Hospicio en Iquique.
Ha participado en “Los Temporales Teatrales de Puerto Montt” de manera permanente, estando presente asi, en la actividad teatral latinoamericana y mundial ya que ese festival es uno de los mas interesantes del mundo tanto por su calidad estética como también por poner el teatro de calidad internacional al alcance de poblaciones alejadas de todo tipo de manifestaciones artísticas ya sea por lo económico y por vivir en esas lejanas tierras que tocan los glaciales del polo sur. 

Estos ultimos años, hemos realizado un trabajo constante en Francia y hemos establecido un nexo importante con Chile,  a traves de diversas giras de nuestra troupe, con participaciones en universidades, centros culturales y poblaciones. Un trabajo enriquecedor que nos permite hoy dia, crear nuevamente el Teatro Aleph-Chile.

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