El Teatro Aleph nace en Chile el 10 de Agosto
de 1967. “El Che Guevara”, “Los Beatles de paz y amor”,
“ El Mayo del 68 de Paris” fueron sus referentes históricos.
Oscar Castro junto a sus compañeros del Instituto Nacional y a
algunas alumnas del Liceo Nº 1 de Niñas formaron un grupo de teatro, con el que
montaron 2 obras. Al teatro lo bautizaron como Aleph, a sugerencia de Eduardo
Sabrosky, quien les explicó que era "el primer número después del
infinito", lo que les gustó. Cuando al año siguiente estalló el movimiento
de reforma universitaria en la Católica, los alumnos del grupo se sumaron a él
dando presentaciones para entretener a los estudiantes.
El grupo del Teatro Aleph estaba integrado al
comienzo por unas sesenta personas, "pero a poco andar la nómina de
actores se redujo a doce". Después de entrar en la Católica para estudiar
Periodismo, Oscar consiguió del entonces rector Fernando Castillo Velasco que
les prestara para el teatro una sala de la casa de Lastarria 90, que pertenecía
a la universidad.
Para 1972, "el Aleph era considerado por
la crítica como uno de los conjuntos teatrales más vanguardistas de la
época". Además de Oscar, lo formaban su hermana Marieta, su entonces
esposa Ana María Vallejo, Carola Vallejo, Luis Alfredo Cifuentes, Juan Enrique
Droguett, John McLeod, su cuñado, y Fernando Cordero. Sus obras, "producto
de la creación colectiva, frecuentemente aludían a la realidad
contingente".
Una de sus primeras obras fue “¿Se sirve un
cocktail molotov?”, a cuya presentación asistió Héctor Noguera, quien, en
adelante, les daría clases. También en aquellos años montaron “Viva in-mundo de
Fanta-Cia”, “Cuántas ruedas tiene un trineo” (1971) y “Casimiro Peñafleta”.
Después del golpe de Estado, en septiembre de 1973, dirigido por
el general Augusto Pinochet, la compañía siguió trabajando. Sin embargo, en
1974, Oscar y su hermana fueron detenidos y llevados al campo de prisioneros de
Tres Álamos. El 30 de noviembre, su madre y su cuñado e integrante del Teatro
Aleph, John (Juan Rodrigo) McLeod fueron a visitarlos, siendo ambos detenidos y
trasladados al centro clandestino de torturas Villa Grimaldi; desde entonces
permanecen como detenidos desaparecidos.
En
los campos de concentración por donde pasaba, Oscar formaba grupos de teatro
con otros prisioneros. En una ocasión, propusieron al comandante montar “Los
secretos de una paloma mensajera”, una obra del autor Emile Kahn, según le
dijeron, pero que en realidad era el seudónimo de Oscar para pasar la censura.
En
1976, después de ser liberado, Oscar se exilia en Paris, donde refunda el
Teatro, con actores del Aleph que también se encontraban en Francia.
"El exilado
Mateluna "es la pieza que da a conocer este grupo en Francia, la obra fue presentada
por mas de seis meses en el Teatro del Sol, de Ariane Mnouchkine. Una gira por
México y Cuba, organizada por García Márquez, quien dijo refiriéndose a este
espectáculo: “Es la mas bella pieza sobre el exilio que he visto”. Este fue un
reconocimiento artístico que lleva al Teatro Aleph a tener una permanente errancia por el mundo llevando sus espectáculos en diferentes países como
España, Italia, Bélgica, Suiza, Bélgica, Suecia, Alemania, Inglaterra, Holanda,
Rusia, USA, Canadá, Ucrania y Chile.
Desde
1995, el Teatro Aleph se instala en Ivry-sur-Seine (Paris), creando un nuevo
espacio convivial con fuertes raices latino-americanas en una antigua fábrica de
cartones abandonada: “ nos hicimos cargo del lugar y la transformamos en
nuestra casa…”. En este espacio de creación y de formación se presentan las
piezas del teatro, conciertos, charlas y encuentros…Un lugar de convivialidad
donde se conocieron y se casaron amigos que después construyeron sus casas, sus
sueños, tuvieron hijos, y plantaron árboles. En este lugar, hemos celebrado
aniversarios, casamientos y bautizos y también llorado penas y dolores.
El
repertorio del Aleph se basa en obras de teatro musical, en que el baile tiene
una gran importancia. Su estilo es particular, provocador y poético. Sus intégrantes
son artistas que trabajan diferentes disciplinas.
Desde
la vuelta a la democracia, el Teatro Aleph se ha ido instalando poco a poco en
Chile, acentuando su presencia en el país, ha organizado desde Arica a Punta
Arenas, talleres de trabajo con el “Teatro de Gentes y Oficios”, realizando
creaciones con médicos de Arica (en el norte) o con obreros de la empresa de
petróleos de Chile, en Punta Arenas (región austral) y también en las
poblaciones obreras, como la
Victoria en Santiago, o Alto Hospicio en Iquique.
Ha
participado en “Los Temporales Teatrales de Puerto Montt” de manera permanente,
estando presente asi, en la actividad teatral latinoamericana y mundial ya que
ese festival es uno de los mas interesantes del mundo tanto por su calidad
estética como también por poner el teatro de calidad internacional al alcance
de poblaciones alejadas de todo tipo de manifestaciones artísticas ya sea por
lo económico y por vivir en esas lejanas tierras que tocan los glaciales del
polo sur.
Estos
ultimos años, hemos realizado un trabajo constante en Francia y hemos establecido
un nexo importante con Chile, a
traves de diversas giras de nuestra troupe, con participaciones en
universidades, centros culturales y poblaciones. Un trabajo enriquecedor que
nos permite hoy dia, crear nuevamente el Teatro Aleph-Chile.
como puedo contactar a fernando cordero o luis cifuentes?
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