lunes, 31 de diciembre de 2012

Acto de fé: Digamos las cosas por su nombre.

Extracto del libro "Después del olvido, el recuerdo" dedicado a las verdaderas razones de la creacion del Aleph...


Consejo de curso…

"Años después, dejé de ser público. No pensaba aún ni remotamente ser actor,  simplemente la vida me llevó a estudiar a la capital y lejos de mi padre y de mi madre y sin perro que me ladre, tuve que enfrentar el llamado de la sangre. La mujer en cualquiera de sus formas, especialmente desnuda, era la obsesión recurrente en un colegio exclusivamente masculino.

Una mañana decidí tomar el toro por las astas y pedí a los compañeros que no abandonaran la sala al término del curso para terminar con este drama:

“¡Compañeros! En mi calidad de presidente de curso, pongo en acta un problema que nos toca a todos. Un motivo de angustia que debemos solucionar a tiempo. « El bachillerato »…¡Sí, compañeros, esta prueba cumbre que  marcará para siempre nuestros destinos. La rodea un trágico peligro” – dije en forma solemne.

“Sí, compañeros, esta angustia que nos agobia, no nos deja dormir. Ya que sabemos que estamos al borde de un fracaso. Un dolor que tendremos cargar toda la vida como una cruz. Seremos, la vergüenza de la familia”.

 Los aplausos fueron tan falsos como mi discurso. Decidí ir directamente al grano y dije con pasión: “¡Se trata de conseguir novias, mierdas!…No podemos seguir en esta soledad que nos quema y que nos tiene más calientes que…que…” No encontré la metáfora…Carreño sí y dijo: “¡Más calientes que la hermana del negro García!”.

El negro, que no soportaba que hablaran así de su hermana, se paró para ir a darle un combo al Carreño. Varios lo sujetaron. El negro no se podía mover por esa masa humana que lo sostenía. Mirando a Carreño a los ojos le gritó: “¡Hermana tengo y con tu poto me entretengo!”.

“¡Me cagaste, me cagaste y las huevas me chupaste!” - fue la réplica de Carreño…El negro bramó: “¡Eso me lo dijiste cuando el poto me pusiste!”.

Pedí que termináramos con la poesía popular y que volviéramos al motivo de la reunión, ya que la situación era muy grave. Agregué: “Compañeros. La pregunta es: ¿Cómo hacer y qué hacer ?…Que hablen sólo aquellos que creen tener la solución”.

“Yo propongo que organicemos una Kermés con las chicas del Liceo Uno” - dijo Béjar, uno de los más entusiastas. Especialista del curso de esa actividad.

“Eso es muy efímero” - dijo el Muerto Latorre. “A mí no me sirve, yo soy muy tímido…Necesito más tiempo…No sé bailar…”

“Un grupo folklórico” - propuso el chico Arenas.

“¡No hay nada más feo que el folklore!” - dijo Coloane. “No tiene nada que ver con los países… ¡Putas que es feo el folklore!”….No hay un solo baile folklórico en que uno tome a la señorita  por la cintura y la pueda acercarla dulcemente al cuerpo. Me opongo, y no sólo eso, quiero que se ponga en el acta que nunca se va a volver a proponer semejante delirio”.

 “¡Un grupo de teatro dije con fuerza!”. Era lo que yo quería que otro hubiera propuesto para poder apoyar con fuerza la idea. Para entusiasmarlos les dije: “Miren, si a uno de nosotros le  toca ser el galán…Y la mina de ese galán es un siete…”

“¡Y si te toca el padre del galán…cagaste!” - dijo el Negro García.

“¡No tenemos que hablar sobre problemas que aún no existen!” - insistí. “Si no, vamos a terminar hablando de que el teatro no tiene la capacidad de recibir a todo el público que quiere ver al Goma Gómez en pelotas”.

“¿Y por qué vamos a ver al Goma en pelotas?”- preguntó el Monja Adrián.  “¿Por qué no se pone una mina en pelotas, mejor?… Yo no voy hacer teatro pa ver al Goma en pelotas” - terminó diciendo el Monja.

“¿Y porque no queréis verme en pelotas?” – pregunto a su vez el
Goma Gómez al Monja.

“¿En pelota?… ¿quién se puso en pelotas?” – exclamó el Chino Rojas entrando a la sala comiéndose un sándwich.

“El Gómez quiere salir en pelotas en una pieza de teatro” – explicó una voz que no identifiqué en ese momento.

“En pelotas… ¿Vai a salir en pelotas?” - le preguntó el Chino al Goma.

“Sí” - respondió el Goma. “Con toda la guaraca frente al público”.

“Bien güena. No hay por el momento ninguna pieza de teatro…¡pero el Gómez quiere salir en pelotas!” - dijo el Negro García.

“¡En pelotas…en pelotas…!” - gritaban todos. La reunión otra vez se había ido a la cresta…Sonó la campana. Cuando el resto de los compañeros entró a clase todos seguían gritando “¡ En pelotas!”, algunos sin ni siquiera conocer la historia igual gritaban… La llegada del profesor de inglés, Mr. Pavez calmó la situación. En medio de la clase hice correr un papel que pasó de mano en mano que decía: “Sólo los que estén interesados en formar un grupo de teatro con las chicas del Liceo Uno, quédense después de clases”.

Nos quedamos unos veinte, seguramente los más interesados. La reunión pasó rápido y bien. El profesor de castellano quedó de juntarse con su colega del liceo de niñas para organizar el primer encuentro. Sin saberlo, el teatro fue mi caballo de Troya para conquistar el sexo, y no abandoné nunca más esa espléndida cabalgadura..."



No hay comentarios:

Publicar un comentario